Aunque en principio ir al Maricel suponía disfrutar de su desayuno, nos llevamos una gran sorpresa al cenar allí.
El Maitre nos recomendó una lubina a la sal con verduras orgánicas mallorquinas ....y eso pedimos
Mientras nos lo preparaban Angel y yo decidimos pedir los aperitivos variados que ofrecían en la carta
Los aperitivos constaban de una ración de pimientos de padrón, una porción de lechona con una reducción, boquerones fritos, croquetas de queso, otras de espinacas y otras de jamón, un plato de jamón de bellota y calamares rebozados....cuando vimos aquello tanto Angel como yo pensamos que el resto no nos lo podríamos comer pero......nos lo comimos todo, eso si, ya no probamos los postres.
Disfrutar mas tarde de la habitación con vistas al mar.....no tiene precio
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